martes, 27 de julio de 2010

Reunión de la REDPIAFF Jueves 22 de julio de 2010






En el encuentro realizado el día jueves 22 de julio de 2010 en la sede de Piaff, entre empanaditas y refrescos, integrantes de la red piaff, recibieron la presencia de Beatriz Schmukler , (Coordinadora General del diplomado en “Formación de Agentes de Desarrollo Local para la Prevención de la Violencia de Género” en el estado de México). Beatriz es una gran investigadora de las políticas sociales en orientación de Género.
Y con los /las allí reunidos/as compartió un material visual sobre su más actual programa de investigación, llamado “Democratización Familiar”. Como dice Beatriz ”este material fue para impulsar la ley … en México” y entre los participantes en Piaff impulsó un gran espacio de deliberación.
Continúa Beatriz “En México está vigente la Ley de Acceso Libre de Violencia de las Mujeres. Sin embargo, no se hace prevención, sólo asistencia. Para esto último se cuenta con un Programa de Atención en situación de crisis. (En Argentina, recientemente se ha promulgado una ley análoga a la del estado de México.) Y con ello, se abre la pregunta de: cómo se aplica la ley? Realmente se aplica la ley? Cómo se reglamenta? …Esto nos lleva a pensar .¿Cómo se capacita a los operadores concretos a trabajar de manera que la ley sea operativa?
El programa de Democratización Familiar funciona como una herramienta para capacitar a los /as operadores/as concretos/as de las políticas sociales en orientación en género. Este programa se caracteriza por trabajar con los siguientes criterios: la corresponsabilidad de todos los miembros de la familia, las relaciones íntimas en el núcleo familiar, supone una equidad de género, una escucha emocional, respeto por los intereses individuales, se incluye la participación infantil en los procesos de cambios familiares, y se promueve la resolución de conflictos de manera negociada, etc.
Para Hablar de democracia familiar fue y es necesario pensar: ¿cómo modificar la dinámica de autoridad y relaciones de poder en el ámbito familiar? Debido que la característica predominante en esta cultura mexicana es la de la autoridad unipersonal, por lo general monopolizada por el hombre ó padre de esa familia.
Es importante visualizar ¿cómo el grupo familiar genera un acuerdo? Allí es donde se podría sondear cuál es el modelo de autoridad prevalente en esa dinámica familiar.
Otra pregunta sería: ¿Puede un modelo de equidad de género funcionar cuando la autoridad la porta una sola persona en la familia y no es compartida?..
Vale decir que la cultura patriarcal es la cultura de la violencia.
Para continuar cabe preguntarse ¿cuál es el lugar que tienen las mujeres en la familia, en esta familia? Es un lugar de autoridad ó de sometimiento /pérdida de autoridad ó inhabilitada para ejercer la autoridad?.
(Beatriz considera que es muy importante diferenciar entre el concepto de poder y el concepto de autoridad).
La idea de Beatriz con este material fue la de transmitir las diversidades en las actuales configuraciones familiares y con ello, las transformaciones en la de toma de decisiones, de acuerdos, de negociaciones alternativas y participativas, de consensos familiares no autoritarios,
Muchas veces se comienza a pulsear por el poder en sí mismo perdiendo de vista los riesgos concretos de los integrantes de la familia, por el ejemplo en este material se ve una dramatización de una familia ensamblada: la hija de uno de los adultos referentes quiere pedir permiso para salir a una fiesta , su mamá le cede esa decisión a su papá, al cual llama por teléfono ,mientras el padre social( de corazón) pulsea con la decisión del padre biólogico de la joven. Todo queda reducido a una pulseada entre hombres de quién decidirá finalmente si irá o no “la hja” a ese evento y ninguno de los dos visualiza el posible riesgo de la salida. La mamá que se pierde en esta dinámica completamente como autoridad. Ni siquiera un “tengo algo para decir ó yo puedo aportar”.
“El desarrollo del cuidado no está cargo solamente de las mujeres”.
Para ello, otro punto importante para Beatriz es empezar a cambiar nuestro sistema de creencias a roles no fijos en el hombre y en la mujer.
Nuevos acuerdos que impliquen una corresponsabilidad.
Que cada uno/a se conecte con sus deseos y pueda desarrollar una empatía emocional y una comunicación emocional. Un ejemplo de ello fue el taller realizado con diversos actores del sistema público de México. El taller se dividía en dos niveles: participantes que hablan de lo general y participantes que hablan de lo que siente cada uno/a.
Y este fue el testimonio de un director de un hospital: “ prefiero controlarte, pegarte antes que pensar que puedas dejarme porque ya no me amas ó porque hay alguien que te pueda gustar más que yo…”
Luego, de que este director enunciara abiertamente este sentir y pensar de él desde su vivencia personal. Beatriz nos comenta que se propone una dramatización de a dos con la consigna “tengo miedo a perderte”. Que en función de esto: elijan a quién tenían miedo de perder? Y que hablaran de esto entre ellos/as , previamente habiéndose elegido entre ellos/as y quién representaría a quién.
Trabajar este “miedo a perderte” significaba trabajarlo desde el no-control y desde los no-celos….
Al final de este encuentro se continuó debatiendo sobre las realidades de cada país y allí se fue cerrando operativamente y seguramente nos quedamos con muchos interrogantes dando vuelats en nuestras cabecitas…hasta el próximo encuentro.!!!

Monica Casagrande

miércoles, 21 de julio de 2010

Reunión de la REDPIAFF Jueves 22 de julio de 2010

http://cursodemocraciafamiliar.blogspot.com/

Vamos a tener el honor de contar con la presencia de la Socióloga Beatriz Schmukler quién va a pasar un video sobre el Programa de Prevención de Violencia Familiar del cual es responsable en México: "FORMACIÓN DE AGENTES DE DESARROLLO LOCAL PARA LA DEMOCRATIZACIÓN DE RELACIONES FAMILIARES" .

Marcelo Choclin

viernes, 16 de julio de 2010

SAVE THE CHILDREN. Violencia contra la Niñez. Parte III


Material enviado por Mónica Casagrande

Se está presentando en varias partes

PARTE III

PRESENTACIÓN GLOBAL DELA ALIANZA INTERNACIONAL SAVE THE CHILDREN
ESTUDIO DE LA ONU SOBRE LA VIOLENCIA CONTRA LA NIÑEZ



«Me gustaría terminar la escuela, estudiar una carrera y trabajar en
computación…» NIÑO SEXUALMENTE ABUSADO, COLOMBIA


Parte 2:
Los diez puntos de aprendizaje esenciales


Save the Children tiene una amplia experiencia de
trabajo destacando y combatiendo el abuso sexual
y la explotación de niñas y niños. Se ha puesto el
enfoque en la incidencia y en la necesidad de que
las sociedades prevengan el abuso y protejan a la
niñez mediante: sensibilización; enmiendas a las
leyes; construcción de sistemas de protección para
la niñez; la cooperación entre las instituciones de
gobierno y de la sociedad civil; y cambios en el
comportamiento y las prácticas. En los programas
de país el objetivo es iniciar proyectos o apoyar a
socios que brindan servicios para la niñez,
promoviendo activamente la participación de esta
última.
En esta sección se enfocan esos programas y
experiencias de incidencia y aprendizaje de Save
the Children, y se presentan en forma de diez
puntos de aprendizaje. Estos puntos de
aprendizaje abordan algunos de los principales
elementos de un ciclo de programa y establecen la
crucial importancia de tener un enfoque de
derechos de la niñez que se basa en su
participación, en su interés superior, en la no
discriminación y en la responsabilidad que tienen
los gobiernos de proveer a los niños y niñas de
sus derechos a la sobrevivencia y a un desarrollo
saludable, tanto física como mentalmente.
Para la mayoría de la población mundial, la
pobreza es el principal obstáculo para el pleno
disfrute de los derechos humanos. Pero ni la
pobreza ni la falta de educación son suficientes
para explicar el bajo nivel de la niñez y los abusos
que se cometen contra ella. En todo el mundo, en
países con altos niveles de vida y en sociedades
menos prósperas, en situaciones de paz y en
situaciones de guerra, a los niños y niñas se les
abusa física, sexual y mentalmente.
La creación de sociedades adaptadas para la
niñez, es decir, sociedades en las que niñas y
niños se sientan bienvenidos y optimistas sobre su
capacidad de influir y de convertirse en socios del
futuro, requiere de métodos ‘rígidos’ y ‘blandos’.
Los métodos rígidos consisten en la construcción
de un marco de protección para la niñez con
acciones punitivas contra quienes abusen de las
niñas y los niños. El enfoque blando se basa en
apoyar el diálogo entre las generaciones para
promover la confianza y la confiabilidad; en la
enseñanza de formas no violentas de discutir,
negociar y resolver las tensiones y los conflictos;
en la enseñanza de las consecuencias que tiene la
violencia para la niñez; en la enseñanza del valor
de la empatía y la compasión; y en la enseñanza
de la manera como se puede aumentar la
comprensión de los beneficios que tiene, a largo
plazo, la reducción de la violencia para la
sociedad.

I. Escuchar a las niñas y a los niños
En todo el mundo niñas y niñas piden a los
adultos y a otros niños y niñas que pongan fin a la
violencia en su contra. Nos cuentan de qué
manera la violencia afecta sus vidas y de cuánto
más les gustaría participar y, junto con los
adultos, ser socios de la sociedad. Nos piden que
les escuchemos y que reaccionemos cambiando
las circunstancias que los ponen en riesgo
El abuso sexual es un tema muy delicado que
implica la trasgresión física y emocional de la
integridad del niño o la niña. Es una invasión de
la zona más íntima de un niño o niña y una
trasgresión a las normas morales de la sociedad.
En la investigación sobre la violencia, las niñas y
niños en Uganda hablaron mucho sobre la
violencia en general y con frecuencia, el tema del
abuso sexual sólo emergía hacia el final de una
conversación en la que se había establecido la
confianza.1 Son varias las razones por las cuales,
en general, los niños tienden a no hablar del abuso
sexual de forma espontánea. Puede ser que los
niños y las niñas desconozcan que están expuestos
a un acto ilegal, que no hayan desarrollado un
lenguaje, un entendimiento o las palabras para
nombrar el abuso, y los niños y niñas con
discapacidad también tendrán problemas para que
se les preste atención y puedan exponer al
abusador. Muchas veces los perpetradores
dedican tiempo a la manipulación de su víctima
para que esta establezca una relación íntima y el
niño o la niña podría sentirse cómplice o
simplemente no comprender que los actos
sexuales no forman parte del juego. A niños y
niñas traumatizados les resultará difícil hablar del
abuso y los sentimientos de culpa y vergüenza
pueden contribuir a desplazar el dolor y los
recuerdos del abuso.2
En el estudio de Brasil, los niños y niñas revelan
su incapacidad de denunciar el abuso debido a
que no saben en quién confiar y cómo armarse de
valor para reportar lo que sucedió. La violencia
sexual afecta a niños y niñas en todas partes y
ellos sienten que no hay ningún lugar donde
pueden sentirse seguros. Los niños y niñas
hablaron sobre poder, manifestando que se sienten


1 Naker, D (2005) Violence against Children. The Voices of
Ugandan Children and Adults. Save the Children in
Uganda/Raising Voices.
2 Svedin, C G and Back, C (2003) Varför berättar de inte?
(Why don’t they talk?). Rädda Barnen. Stockholm



incapaces de protegerse a sí mismos porque es el
adulto quien les controla, quien tiene poder y
autoridad. Esta creencia está asociada con
incapacidad, impotencia, temor y soledad. Las
niñas y los niños no reportan lo que sucede por
causa de las amenazas que reciben de sus
abusadores. Pero cuando logran contar lo que
sucedió se sienten mejor.
Un factor importante que está detrás de la
dificultad que tienen los niños y niñas para hablar,
es el silencio de la sociedad sobre el abuso sexual
infantil. Cuando los miembros de la familia
mantienen el abuso sexual en secreto y pretenden
que no pasó nada, el niño o niña empezará a dudar
de su propio sentido de la realidad.3 La lealtad
hacia su familia y el temor a que se le castigue por
revelar el abuso, hace que niños y niñas oculten
las atrocidades cometidas en su contra. Es así
como se está obligando a la niñez a mantener el
secreto dentro de sus cuerpos y su mente, y con
frecuencia cargan con la culpa del abuso durante
toda su vida. En la mayoría de los casos, el abuso
sexual infantil se da a conocer a la sociedad en su
conjunto cuando ya no se puede esconder o
cuando se le puede echar la culpa a otra persona
—el extraño, el pedófilo, etc.
Sin embargo, los niños y las niñas hablan con
bastante libertad cuando se encuentran en un
entorno confiable, como puede ser un centro, y en
situaciones donde sienten que se les cree. Este
estudio es un intento por brindar ese tipo de
espacio para que se escuchen las voces de niños y
niñas. Recientemente se han abierto más espacios,
entornos e investigaciones para la niñez, en los
que se le dan las oportunidades para que exprese
sus inquietudes, opiniones y puntos de vista.
Asimismo, existe una creciente comprensión de
que la estrategias y los servicios de prevención
dirigidos a la niñez deben basarse en sus propias
experiencias y en sus recomendaciones. Cualquier
análisis situacional dirigido a mejorar las vidas de
niños y niñas, necesita conocer su realidad. El
éxito de un programa orientado hacia la niñez
depende, pues, de la medida en que refleje los
intereses de ésta.


3 Lind, M ( 992) Hvem tror du egentlig jeg er? (Who do you
really think I am?). Informe confidencial. Supportcentre
against incest. Oslo


Existen unos cuantos estudios que se centran en
las perspectivas que tienen los niños y las niñas
sobre el abuso sexual y la explotación infantil, o
en sus opiniones sobre posibles intervenciones.
Con sensibilidad y de una manera que sea
apropiada para la edad y madurez de niños y
niñas, las agencias y organizaciones de gobierno
que trabajan en ese campo, deben crear
oportunidades para que niños y niñas expresen sus
inquietudes y sus opiniones sobre posibles
soluciones. Sus puntos de vista deberán
incorporarse a las estrategias e intervenciones
pertinentes.


El derecho de la niñez a la participación
La participación se considera como un principio
general de importancia fundamental para la puesta
en práctica de todos los aspectos de la
Convención de la ONU sobre los derechos de la
niñez (CRC por su sigla en inglés). Todos los
países del mundo, a excepción de los Estados
Unidos de Norteamérica y Somalia, ya ratificaron
la Convención. A los niños y las niñas se les
considera activos derechohabientes e individuos
cuyos puntos de vista y opiniones se deben tomar
en serio. Según los artículos de la CRC, los niños
y las niñas tienen el derecho a que se les escuche
y a expresar libremente sus opiniones sobre todos
los asuntos que les afectan, así como la libertad de
expresión, pensamiento, asociación y acceso a la
información.
La participación promoverá el interés superior de
niñas y niños, y fortalecerá el desarrollo personal
de cada uno de ellos, tomando en cuenta sus
capacidades evolutivas y el hecho de que todo
niño o niña tiene los mismos derechos a participar
sin discriminación, y a que se le proteja de la
manipulación, la violencia, el abuso y la
explotación.
Por consiguiente, la participación consiste en un
conjunto de derechos que deben satisfacerse como
tal, y brinda también los medios para que niños y
niñas puedan realizar sus derechos. Los derechos
a la información, la expresión, la toma de
decisiones, el pensamiento, la conciencia, la
religión y la asociación, afirman a niños y niñas
como derechohabientes. Estos derechos
constituyen instrumentos para exigir y realizar los
derechos de la niñez a la sobrevivencia, el
desarrollo y la protección contra la explotación
sexual.
La participación puede transformar las relaciones
de poder entre niños, niñas y adultos, cuestionar
las estructuras autoritarias y afirmar la capacidad
de niños y niñas de influir en sus familias, sus
comunidades y las instituciones. La participación
es un proceso que puede construir nuevas
relaciones entre los niños, las niñas y los adultos.
Requiere del respeto y la confianza mutuos y de
un compromiso sostenido a largo plazo. Con el
tiempo los niños y las niñas desarrollan
habilidades de comunicación y participación. Los
adultos que trabajan con la niñez mejoran la
manera como ven las situaciones de ésta y
reconocen sus aportes a la familia y la sociedad.
Asegurar la participación ética y significativa de
la niñez significa, por ejemplo, desarrollar la
capacidad de los adultos de facilitar la
participación de la niñez y tomar sus puntos de
vista en serio. Asimismo significa desarrollar la
capacidad de niños y niñas de tener acceso a la
información, de hacer valer sus derechos, y de
construir relaciones con adultos clave portadores
de deberes. Significa promover y facilitar una
amplia gama de modelos e iniciativas seguidos de
un cuidadoso monitoreo, evaluación y
aprovechamiento de las lecciones aprendidas,
creando entornos protectores donde los niños y las
niñas puedan expresar sus puntos de vista,
formular políticas, herramientas, materiales y
practicar las normas que reconocen el derecho de
la niñez a la participación. Por ultimo, significa
apoyar el establecimiento y fortalecimiento de los
grupos y organizaciones encabezados por niños y
niñas, que permiten que éstos se conviertan en
actores sociales bajo sus propios términos, por
medio de sus propias organizaciones de la
sociedad civil, en asuntos comunitarios y dentro
de los sistemas de gobernanza de los escenarios y
foros adultos.
El principio de la participación obliga a dejar de
lado las perspectivas de los adultos y a enfrentar
el reto de abrir un diálogo con niños y niñas en su
lenguaje y desde su perspectiva. Esto no significa
que niños y niñas tienen la última palabra sino
que tienen algo importante que decir.
Una de las causas que está en la raíz de la
predisposición de niños y niñas a la explotación
sexual y a otras formas de abuso y violencia en
todo el mundo, es la baja posición que les asigna
la sociedad. Una asociación entre la niñez y los
adultos puede transformar los inevitables
desequilibrios de poder y posición, y por
consiguiente es fundamental en la lucha contra la
explotación sexual de niñas y niños. La
asociación que se necesita es una que coloque en
primer plano las perspectivas de la niñez, de tal
manera que los adultos conozcan, comprendan y
aborden los factores de vulnerabilidad y los
impactos de la explotación para la niñez, sobre la
base de sus experiencias y de sugerencias para
resolver este problema mundial.
Sin embargo, en la vida diaria, a los niños y las
niñas no se les considera como personas con
derechos propios y se les suele silenciar. Sus
opiniones no se toman en cuenta o son
representados por adultos que no los escuchan, les
imponen sus propias opiniones y deciden por
ellos. Por lo tanto, incluir las voces de la niñez se
convirtió en una de las principales tareas de los
estudios de país de Save the Children para
complementar la interpretación del Estudio de la
ONU además de ser el principal enfoque de este
informe.


¿Qué dicen los niños y las niñas sobre el abuso
sexual infantil?


Suráfrica
En Suráfrica el temor más frecuente entre la niñez
es la trasgresión de sus derechos, tales como
contar con un entorno confiable; la protección
contra el abuso; y la participación, además de
temerle a la violencia y a la probabilidad de ser
asesinado. Niños y niñas pueden estar en riesgo
de sufrir abuso físico, persecución, abuso sexual,
violación y acoso sexual cuando caminan por sus
comunidades. Otras preocupaciones de la niñez
son el abandono por parte de quienes se encargan
de su cuido y la pobreza.


Siria
En Siria, escuchar a la niñez es algo que no está
bien visto y el abuso sexual infantil se considera
un tema socialmente prohibido y un secreto que ni
niños, niñas y adultos deben revelar. Asimismo, la
ausencia de un diálogo en el sistema educativo y
en la familia, la escuela y la sociedad es un factor
esencial en este desdeño hacia las voces de la
niñez. Sin embargo, últimamente se han
organizado muchas reuniones para escuchar las
opiniones de niños y niñas, quienes consideran
que la causas fundamentales de la violencia y del
abuso sexual son la falta de estabilidad y de unión
dentro de la familia, junto con las condiciones
económicas. La violencia en el hogar, el temor a
los progenitores y no poder revelar la agresión
sexual, obliga a niñas y niños a abandonar el
hogar y a correr el riesgo de ser explotados por
extraños. Los niños y las niñas mencionan mucho
la falta de seguridad y de confianza en los adultos
y en el sistema judicial.


Nicaragua
La niñez en Nicaragua explica de qué manera los
efectos del abuso promueven la pasividad, el
aislamiento y la desconfianza. El efecto más
grave del abuso sexual está relacionado con el
secreto que se ven obligados a mantener, y que
encierra en sí mismas a las víctimas, lo que
dificulta que se pueda llegar a ellas desde afuera.
Los efectos del abuso marcan la vida de la víctima
desde muy temprana edad y tienen un impacto
negativo en su autoestima, en sus perspectivas
para el futuro, en su futura sexualidad y su
confianza en otros. En general, niños y niñas se
sienten desprotegidos en un entorno que está
cargado de sexo. Recomiendan que a los niños y
niñas abusados se les brinde tratamiento para que
no se sientan culpables del abuso y puedan
replantearse su situación. También se considera
esencial el apoyo de la familia, en un entorno
confiable.


Uganda
En Uganda, los niños y las niñas conocen los
riesgos que corren de sufrir abuso sexual y acoso.
Expresan su necesidad de orientación y
consejería, y de que se les lleve al hospital para
realizarse exámenes médicos y recibir
tratamiento. Ciertos niños y niñas piden que se
castigue a los trasgresores llevándolos a la policía,
mientras que otros se centran en su necesidad de
que se les brinde atención, se les demuestre cariño
y no se les rechace. La mayoría señaló que a los
perpetradores no se les imponen castigos severos
y que es preciso que se les castigue mediante
leyes estrictas. Los perpetradores sobornan a los
progenitores de la víctima, algunos de los
progenitores piden beneficios materiales y a los
niños o niñas se les obliga a casarse con el
violador. Las niñas señalan que pueden quedar
embarazadas, lo que puede resultar en su muerte
durante el parto debido a que sus cuerpos no están
listos para dar a luz. Asimismo, pueden contraer
enfermedades de transmisión sexual y el vih/sida,
y quedar estériles, perder a sus amistades como
consecuencia de la discriminación y sus familias
podrían sentirse avergonzadas. Niños y niñas
sugieren que se les involucre en el trabajo de la
ONU, se les empodere y se les enseñen
habilidades para la vida a fin de que aprendan a
protegerse. Para poner fin al abuso sexual infantil
se deben enseñar los derechos de la niñez, y dar
consejería y rehabilitar a los perpetradores.
Mediante campañas masivas contra todas las
formas de violencia contra la niñez, se debe crear
un mundo libre de abuso sexual infantil, donde
niños y niñas puedan moverse con libertad sin
temor a que se les abuse.


Rumania
En la investigación de Rumania, los niños y las
niñas manifiestan que mayoritariamente hablan
con sus amigos más cercanos ya que consideran
que los adultos son menos receptivos; aprecian las
oficinas de orientación que existen en las escuelas
y los servicios de protección para la infancia. En
ciertos casos reciben ayuda del personal docente y
de sus progenitores. Sin embargo, es poca la
confianza que le tienen a la policía. Los niños y
las niñas consideran que el abuso sexual es
horrible e inaceptable, pero les resulta difícil
hablar con sus progenitores ya que estos no son
receptivos. La niñez del estudio quiere seguridad
y sentirse segura en la compañía de los adultos.
La mayoría de las niñas y los niños opinaron que
el abusador debería recibir un castigo severo y
sufrir las consecuencias de sus actos. Asimismo,
están concientes del impacto físico y mental del
abuso, como sentimientos de culpa, una extrema
sensibilidad y la tendencia al suicidio, un
embarazo no deseado y sueños truncados. Los
niños y las niñas quieren que se les ayude para
poder seguir viviendo sus vidas.


Nepal
En Nepal, la mayoría de niños y niñas
mencionaron la vergüenza para ellos y sus
familias, así como la intimidación o las amenazas
por parte de un abusador, como las razones para
no hablar sobre el abuso con los miembros de sus
familias. Creen que se les castigará y se les hará
responsables por el acto, pero consideran que
podrían confiar en un amigo cercano. Subrayaron
que cuando los progenitores son negligentes, sus
hijos e hijas tienen probabilidades de ser presa
fácil del abuso sexual. El uso desenfrenado del
alcohol y de las drogas puede ser también un
factor detrás del abuso. Las niñas y los niños
consideran que se les debe brindar información
sobre el abuso sexual infantil y enseñarles a
protegerse. Expresaron la necesidad de tener
educación sexual en la escuela para todos los
adolescentes, y que a quienes no estén en el
sistema escolar y a los que trabajen, se les deben
dar oportunidades de educación, junto con
refugios adecuados y alimentos. Los tutores deben
escucharles y creerles cuando les revelen casos de
abuso sexual, y el sobreviviente del abuso debe
recibir ayuda de la policía, del personal de salud y
de las organizaciones sociales.
Los niños y las niñas consideran que para que
puedan confiar en sus progenitores es preciso
sensibilizar a los adultos en lo que respecta al
abuso sexual infantil. Además del apoyo de los
adultos, sugirieron grupos de apoyo o grupos de
congéneres en las escuelas para combatir todo
tipo de abuso dentro y fuera de la escuela.
También señalaron que las niñas son más
vulnerables al abuso sexual a causa de la
discriminación de género y sugirieron la
eliminación de todo tipo de discriminación de tipo
económico, social y de género. Asimismo,
recomendaron que se brinden servicios de salud y
apoyo sicológico a los niños y las niñas
sobrevivientes del abuso sexual. Consideraron
también que no se les debía aislar sino
empoderarlos para vivir una vida digna. Todos
quieren leyes más estrictas para castigar a los
abusadores y creen que a éstos se les debería
boicotear socialmente. Piensan que se debe
brindar seguridad y apoyo jurídico a niñas y niños
abusados y a sus familias, y también sugirieron
compensación para las víctimas del abuso.
Recomendaron programas de radio y televisión
para la sensibilización sobre el abuso sexual
infantil y que en las áreas rurales se organicen
programas de prevención para personas
analfabetas.


Bangladesh
En Bangladesh, a causa del temor del estigma
social y de la ignorancia de sus progenitores, los
niños y las niñas tienen dificultad para hablar
sobre casos de abuso y para buscar el apoyo de
los adultos. Asimismo, a los niños y niñas que
han sido sexualmente explotados se les suele
obligar a guardar silencio. Las instituciones de
gobierno y de la sociedad civil aún no han
demostrado la suficiente voluntad, ni la
posibilidad y el conocimiento sobre la necesidad
de brindar espacios confiables a niños y niñas
sexualmente abusados para que puedan hablar del
asunto y buscar apoyo. Sin embargo, muchos
niños y niñas hablan del abuso sexual, como por
ejemplo mediante el programa de la organización
«Rompiendo el silencio». También lo hacen
durante las consultas y durante el proceso del plan
de acción nacional hicieron muchas
recomendaciones concretas sobre la manera de
abordar el asunto.


Brasil
En Brasil, los niños y las niñas señalan el desafío
que significa superar el miedo para atreverse a
denunciar el abuso sexual y hacer que se castigue
a los perpetradores. Los niños y niñas necesitan
cuidarse a sí mismos, ser más cuidadosos y
reportar los abusos para evitar que lo mismo le
suceda a otros. Quieren que la sociedad se
pronuncie sobre el abuso sexual, que castigue a
los abusadores, que eduque a niños y niñas y que
mejore las condiciones económicas. Quieren que
los adultos crean en ellos y que las madres no
abandonen a sus hijos e hijas cuando inician una
nueva relación.
El estudio de país de Brasil organizó a niños y
niñas entre los seis y los 18 años en grupos etarios
diferentes y entre los que habían sido abusados o
no, para luego sostener discusiones en grupo con
ellos. Se pidió a los niños y niñas que
interpretaran imágenes que mostraban diversas
formas en que los seres humanos se relacionan
entre sí. Por lo general, las niñas y los niños
abusados anticipan el peligro con mayor rapidez,
mientras que aquellos que no habían sido
abusados estaban más abiertos a diferentes
maneras de interpretar situaciones en que los seres
humanos se están relacionando entre sí.
Los niños y niñas de más corta edad que habían
sufrido abuso creían que siempre estaban en
peligro. No hicieron referencia alguna a
interpretaciones positivas de las situaciones sino
más bien al peligro y a las amenazas. Mientras
que un niño o niña que había sufrido abuso se
imaginaba que un niño que estaba besando a una
niña en una de las imágenes, lastimaría a la niña,
el grupo de los que no habían sufrido abuso pensó
que podría ser por amor. Niños y niñas entre los
11 y los 14 se mostraron muy desconfiados hacia
los hombres adultos y ya conocían los
sentimientos de la vergüenza. Una imagen que
mostraba a dos niños jugando y a un adulto
observándolos, provocó la siguiente observación:
«Él tiene otras intenciones, pero los niños no lo
saben.» En el mismo grupo etario, aquellos que
no habían sido abusados, pensaban que tocar a
alguien puede tener un significado dual y que es
preferible tener un padre que lo toque, aun cuando
sea de forma negativa, que no tener un padre.
Según los niños y las niñas, las mujeres y las
niñas son abusadas con mayor frecuencia que los
varones. Los niños y niñas abusados expresaron
emociones de temor y de cólera, tristeza y
sorpresa. También se mencionó el odio así como
la vergüenza. Si bien los niños y niñas abusados
recordaban algunas cosas positivas, el abuso es lo
que domina sus vidas.


Colombia
En una discusión de grupo focal en Colombia, los
niños y niñas sexualmente abusados revelaron un
constante estado de alerta y desconfianza hacia
los hombres adultos. Sus pensamientos se
centraban en lo negativo y parecían creer que no
hay manera de poner fin al abuso. Ellos entienden
que los progenitores son abusadores porque
probablemente fueron abusados. Por otra parte, se
sienten indefensos porque nadie les cree cuando
revelan el abuso. «Las madres no les creen porque
aman a sus maridos, o por los regalos que éstos
les dan.» Los niños y las niñas se sienten
responsables de la situación, como si su
comportamiento atrajera a otros hacia ellos.
Sienten que no pueden hacer nada si son abusados
debido a que nadie los escucha. Piensan que es
negativo que niños y niñas estén expuestos a
temprana edad a escenas sexuales ya que esto los
atraerá hacia el acto sexual o aprenderán malos
hábitos. A los niños y las niñas les resulta difícil
recordar cosas positivas. La percepción de sus
propias historias está muy centrada en el tiempo
cuando ocurrió el abuso y el trauma que vivieron.


Diez recomendaciones de niñas y niños contra el abuso sexual infantil
Lo que dicen los niños y las niñas de diferentes partes del mundo se puede resumir en los diez puntos siguientes:
Diez recomendaciones de los niños y la niñas contra el abuso sexual infantil:
1. El abuso sexual es malo y no debe suceder
2. Dígales que dejen de hacerlo – es difícil admitirlo
3. Es muy difícil salirse de la explotación sexual y del comercio sexual
4. Escúcheme y créame lo que le digo
5. Hábleme y esté para mí cuando lo necesite
6. Necesito sentirme seguro y protegido, y decidir cómo se va a manejar mi caso
7. Quiérame, apóyeme, nosotros los niños sabemos lo que necesitamos
8. Ayúdeme a resolver las cosas
9. Dejen que mi abusador se responsabilice por lo que hizo
10. No me pongan etiquetas y déjenme vivir mi vida

1. El abuso sexual es malo y no debe suceder
Los niños y niñas expresaron repudio hacia los adultos que están explotando sexualmente a
niños y niñas y sintieron una profunda traición ante el hecho de que no se estuviera haciendo
nada al respecto. Asimismo se sintieron impotentes cuando otros niños y niñas se aprovechaban
de ellos.
NIÑO, 7o GRADO, RUMANIA:
«“Es la peor cosa que puede hacer una persona. Un ser humano debe proteger a su
familia y a sus amistades y no hacerlas sufrir.»
NIÑA, 6, UGANDA:
«A mí se me obligó a casarme con un viejo de más de 30 años que me había
violado.»
NIÑO, BRASIL:
«Los curas son los primeros en abusar a niños y niñas.»
NIÑA 2, UGANDA:
«Mi tío me obliga a besarlo en la boca.»
NIÑA, CANADÁ:
«Estábamos en una fiesta y mi novio decidió que quería cocaína y lo que pasó fue
que yo terminé desnuda, parada en medio de la sala para que la gente pudiera
admirarme desnuda y a él le dieron un gramo de coca por mirarme. Yo estaba en
una sala con unas 25 personas y a nadie parecía importarle lo que estaba
sucediendo. Yo tenía 13 años.»
NIÑO, CANADÁ:
«Mi mamá no me quiere, mi niñera abusó sexualmente de mi durante cinco años.
Mi papa solía lastimarme mucho. Por eso me tuve que ir a otra parte. No tengo a
donde ir.»
NIÑA, 11o GRADO, RUMANIA:
«El abuso significa miedo, crueldad, dolor, lágrimas.»
NIÑA, 5 AÑOS, RUMANIA:
«Tengo miedo todo el tiempo, con frecuencia recuerdo lo que sucedió y siento
deseos de llorar todo el tiempo.»
NIÑO, SURÁFRICA:
«Eventualmente nos topamos con ellos (soldados cuando estaban cruzando una
cerca en la frontera). Hicieron que nos sentáramos y dijeron que si nos queríamos ir
deberíamos empezar por pagarles. Nosotros dijimos que no podíamos porque no
teníamos dinero. Nos dijeron que el dinero no era problema, que podíamos
acostarnos con ellos antes de dejarnos ir.»
NIÑO, SURÁFRICA:
«Algunos policías saben donde nos quedamos y vienen a decirnos que nos van a
arrestar. Tenemos que acostarnos con ellos para poder quedarnos.»
NIÑO, COLOMBIA:
«Podíamos gritar pero nadie nos escucharía, nos tapan la boca y nos amenazan.»
56
NIÑA, NICARAGUA:
«Me sentía muy avergonzada y culpable. Nada valía la pena… Me salí de la escuela
y hasta empecé a tener problemas con la comida. ... Un día encontré una botella de
pastillas para dormir que mi mamá tomaba y me las tragué todas. Me llevaron de
urgencia al hospital y los médicos me bombearon el estómago. … La semana
siguiente me corté las venas.»
2. Dígales que dejen de hacerlo – es difícil admitirlo
Para niños y niñas lo más importante es que se detenga el abuso. Sin embargo, ellos demandan
que la acción que se tome para detener el abuso no le cause daño al niño o la niña, o a quienes
cuiden de ellos. En muchos casos, se criminaliza a la niña o niño, se le trata mal y se enfrenta
con estigma cuando presenta el alegato de abuso. La persona que se ocupa de ese niño o niña
también puede ser lastimado por la sociedad y quedarse con pocos medios económicos para
sostener a su familia, si el perpetrador es quien mantiene el hogar.
NIÑA, CANADÁ:
«El abuso sexual es realmente malo. Cuando un niño o niña es abusado sexualmente,
por lo general tiene que hacerle frente al asunto por sí solo. Siente que no puede hacer
nada al respecto. Si lo cuenta, nadie le va a creer. Nadie quiere creer que un padre o
padrastro abusaría sexualmente de su hija.”
NIÑO, CANADÁ:
«Recuerdo desde el 10o grado hasta el 12avo grado. Me aterraba la idea de irme a
casa. Me quedaba hasta que cerraban las puertas de la escuela y los docentes siempre
me preguntaban ¿por qué se queda aquí hasta tan tarde, por qué no se va para su casa?
¿No quiere ir a su casa?”
NIÑO 15, NICARAGUA:
“Estamos en desventaja por causa de nuestra edad. Los adultos no creen lo que les
decimos cuando algo así sucede. Por eso no decimos nada. Yo tengo una amiga y su
padrastro la toca, a ella hasta la castigaron cuando se lo contó a su mama.”
NIÑA, NICARAGUA:
«Siento que el problema es más grave de lo que yo pensaba. Piense que yo tengo dos
amigas que han pasado por cosas horribles pero que no se lo cuentan a los adultos, así
que pueden haber muchos más.»
NIÑA, BANGLADESH:
«Si un familiar abusa sexualmente de una de las niñas y denunciamos lo que pasó, los
padres y los adultos de la familia no nos creen. Nos regañan y nos llaman ‘niñas
malas’ y hasta nos golpean por ‘inventar’ esas ‘historias tan desagradables’. Si una
niña habla sobre el abuso sexual en el hogar, la pueden sacar de la casa o tratarla tan
mal que se ve obligada a huir de casa. Si una niña es abusada sexualmente en una casa
donde trabaja como doméstica, la sacan de la casa y pierde el trabajo a partir del
momento que lo denuncia. Al hombre de la casa que la abusó no lo castigan.»
NIÑO, BRASIL:
«No es bueno dormir con los padres o padrastros porque uno no sabe que tienen en la
cabeza.»
NIÑO, COLOMBIA:
«El niño y el padre están teniendo sexo en la cama y la madre está dormida, y si
alguien la despierta ella no se despierta.»

3. Es muy difícil salirse de la explotación sexual y del comercio sexual
Los jóvenes involucrados en el sexo comercial hablan conmovedoramente sobre sus
experiencias. Sus voces reflejan que saben que son víctimas del abuso, su necesidad de que se
les tome en serio, su subyacente sentimiento de culpa, y las dificultades que enfrentan cuando
revelan el abuso sexual y tratan de salirse del sexo comercial.
NIÑO, CANADA:
«Durante los siete años que estuve trabajando, noche tras noche, siempre pensé que
era mi culpa, que yo estaba hacienda algo malo. La policía siempre me perseguía y los
trabajadores sociales me llamaban pervertido. No había nadie que validara que yo
estaba siendo victimizado.»
NIÑO SEXUALMENTE EXPLOTADO, BANGLADESH:
«Mientras viva estoy obligado a vivir en Kamlapur. Sólo la muerte me llevará a
Ajimpur (un lugar que se usa como cementerio público).»
NIÑO DE 14 AÑOS, BANGLADESH:
«Odio a los proxenetas; mientras que nosotros tenemos que pasar por la suciedad y la
vergüenza, ellos cuentan el dinero fácil.»
NIÑO, 14, BANGLADESH:
«Nunca logro tener lo suficiente para poder dejar de depender de esos hombres.»


4. Escúcheme y créame lo que le digo
A niños y niñas les suele suceder que no les creen cuando revelan el abuso. Sus familias y los
miembros de su comunidad pueden castigarlos con dureza, tanto sicológica como físicamente,
en particular cuando la persona acusada pertenece al mismo entorno.
NIÑO, CANADA:
«Crecí sintiendo que no valía nada. No me daba ningún valor a mi mismo porque yo
no valía nada.»
NIÑO, BRASIL:
«Yo lo conté más tarde, cuando tenía 13. Mi madre y mi hermana no me creían. Yo
me sentía un fracasado porque hasta el día de hoy mi hermana no me cree. Mi tía me
creyó porque lo mismo le había pasado a su hija.»
NIÑA DE 17 AÑOS, NICARAGUA:
«La verdad es que contarlo solo trae problemas porque nadie nos cree, y a los
abusadores ni siquiera los mandan a la cárcel, o peor aún, sólo los encarcelan por
poco tiempo y cuando salen libres a nosotros nos puede pasar cualquier cosa. La
verdad es que deberían cambiar esas leyes, porque no nos protegen.»
NIÑO, BRASIL:
«Es importante tener mucho cuidado y no confiar en cualquier persona porque esa
persona podría lastimarte ».


5. Hábleme y esté para mí cuando lo necesite
Las niñas y los niños dicen que quieren adultos en quien puedan confiar y que puedan estar ahí
para ellos. Ellos necesitan hablar sobre sus experiencias y sentimientos, pero han sentido cómo
los adultos se retraen cuando niños y niñas cuentan sus historias. Ellos quieren una respuesta
inmediata de los adultos que salga del corazón. En ocasiones sólo quieren a alguien que esté con
ellos aun cuando no tengan nada que decir. En otros momentos, necesitan que los adultos les
den seguimiento y los cuiden, aunque no puedan expresar esos deseos claramente. Lo que no
necesitan son promesas que no se cumplen.
NIÑO, 6o GRADO, RUMANIA:
«No puedo hablar con mis padres como lo hago con mi mejor amigo.»
NIÑO, 6 o GRADO, RUMANIA:
«Cuando necesito a alguien llamo a una persona que en el pasado me haya
demostrado que realmente me puede ayudar.»
NIÑA, 7o GRADO, RUMANIA:
«No creo que la policía pueda hacer mucho.»


6. Necesito sentirme seguro y protegido y decidir cómo se va a manejar mi
caso
Niños y niñas buscan seguridad y se sienten seguros cuando les acompaña un adulto. Ellos
quieren adultos que sean personas seguras con límites claros y explícitos. Quieren adultos en
quien puedan confiar y quienes estén en contacto con sus propias vidas e ideas, para que los
cuiden. Quieren que se les proteja ante la peor de las tempestades y poder sentirse tranquilos.
Quieren una protección adecuada, no sobreprotección. En ocasiones, los niños y las niñas
quieren seguir manteniendo sus historias en secreto y pueden no tener certeza sobre cuándo y a
quién le contarán sus historias.
NIÑO, 6o GRADO, RUMANIA:
«Yo sé que en la compañía de mi mamá nada malo me puede pasar.»
NIÑA, 11avo GRADO, RUMANIA:
«En nuestra escuela, las ventanas tienen barrotes, hay cámaras de video en los
pasillos, en la entrada la puerta es de metal. Me siento como una prisionera, no me
siento protegida. Los maestros exageran con todo esto.»
NIÑA, NICARAGUA;
«La violencia sexual se puede prevenir respetando nuestros derechos, cuando los
adultos nos hablan, nos escuchan y nos creen, al darnos educación sexual para que
comprendamos y estemos listos para que nadie nos engañe, al hablarnos sobre sexo
sin tratar de hacernos creer que es algo malo o prohibido, al enseñar igualdad entre
niños y niñas desde pequeños para que los niños no crezcan con machismo y nosotras
las niñas no los dejemos ser así.»
NIÑO, NICARAGUA:
«Debería haber centros donde nosotros podamos contar lo que está pasando sin temor
a que se nos castigue, o no se nos crea o se nos acuse de otras cosas.»
NIÑO, BRASIL:
«Cuando fui a la procuraduría a contar lo que me había pasado, tenía un poco de
miedo. Fui con la sicóloga, ella es maravillosa.»
NIÑA, COLOMBIA:
«La trabajadora social y la directora nos brindan mucha ayuda. También nos enseñan
diferentes cosas en los talleres, como bordado y demás.»
59
NIÑO, NEPAL:
«Los padres no deben dejar a sus hijos solos en la casa y los niños no deben salir
solos en la noche sin la compañía de un adulto. Sobre todo a los niños no se les debe
enviar solos al bosque a recoger leña y forraje.»


7. Quiérame, apóyeme, nosotros los niños sabemos lo que necesitamos
La niñez quiere respeto, amor y cuido incondicionales. Quieren que los miembros de la sociedad
se responsabilicen por ellos y estén abiertos al afecto y el cuido. Asimismo, quieren estar a
cargo de sus propias vidas y que se respeten sus experiencias y sus puntos de vista.
NIÑO, CANADÁ:
«En lo que a mi respecta, si hubiera tenido mejor información de niño, pienso que
hubiera tomado mejores decisiones en la adolescencia y como adulto. En la escuela,
los niños están aprendiendo a aprender, así que ¿por qué no enseñarles también todo
lo demás? Especialmente si eso puede prevenir que sucedan ciertas cosas.»
NIÑO, BRASIL:
«La existencia de Dios en nuestras vidas es un gran apoyo.»
NIÑO, COLOMBIA:
«El doctor me hizo sentir seguro.»
NIÑO, NEPAL:
«Las familias deben darle a sus hijos suficiente cuido, atención y afecto para que no
busquen la atención y el afecto de otros, lo que los hace vulnerables al abuso sexual.»


8. Ayúdeme a resolver las cosas
Las niñas y los niños quieren justicia. Justicia puede ser que el perpetrador pida perdón, que se
le envíe a los tribunales o que la comunidad y la sociedad condenen el abuso. También podría
significar que se reconoce la ira y el dolor del niño o niña, y que se le apoye de todas las formas
posibles.
NIÑO, BRASIL:
«Si un niño o niña está en peligro de ser abusado, debería ayudársele.»
NIÑO, BRASIL:
«Lo fundamental es no tener miedo – eso es lo que ellos quieren. Es fundamental
pedir ayuda.»
NIÑO, COLOMBIA:
«Hay personas que nos quieren y otras que no nos quieren.»
NIÑO, UGANDA:
«El gobierno debería enseñarle los derechos de la niñez a la gente que abusa de los
niños. Esto podría ayudar a reducir el número de casos de abuso sexual. A los
abusadores también se les debe dar orientación y rehabilitación, de manera que
cuando los liberen no sigan con el mismo comportamiento.»




9. Dejen que mi abusador se responsabilice por lo que hizo
Si el abusador es alguien cercano al niño o niña, éste podría desear que aquel reconociera lo que
hizo y se convirtiera en una persona en la que se pueda confiar. Por consiguiente, a los
abusadores debe dárseles la oportunidad de que tomen plena conciencia de sus acciones dañinas
y de las consecuencias de éstas para el niño o la niña. Sin embargo, muchos niños y niñas
piensan que el abusador debe recibir un castigo severo y quieren que sufra las consecuencias de
sus actos.
NIÑA, 15 AÑOS, RUMANIA:
«Para mí sería mejor si lo encarcelaran, de esa manera yo sabría que ya no podrá
lastimarme más.»
NIÑA, 7o GRADO, RUMANIA:
«La cárcel no es una solución tan buena porque quienes van a prisión se vuelven más
malos y al final los van a liberar y vuelven a hacer lo mismo. La cárcel no basta,
tienen que ver lo que le hicieron a ese niño o niña y sentir remordimiento.»
NIÑA, 6o GRADO, RUMANIA:
«Aquellas personas que abusan a los niños se les debe castigar sin misericordia
porque le roban la felicidad a un ser humano puro que no tiene culpa por lo que
sucedió.»
NIÑA, 17, NICARAGUA:
«Es algo terrible y debe castigarse con severidad. El problema es que a los abusadores
se les manda a la cárcel y poco después salen libres porque tienen dinero e
influencia.»
NIÑO, COLOMBIA:
«Denle al violador lo que se merece.»


10. No me pongan etiquetas y déjenme vivir mi vida
Los niños y las niñas quieren vivir vidas plenas y utilizar su creatividad tanto como le sea
posible. Quieren continuar con sus intereses, su educación o su trabajo. Quieren que se les
ayude a recuperarse y se les vea como los individuos únicos que son y no se les reduzca a la
condición de víctimas ni se les etiquete de ninguna otra manera como algo relacionado con el
abuso. Quieren que se les respete también por sus experiencias de vida aun si toma tiempo sanar
y recuperarse.
NIÑA, 6, RUMANIA:
«Espero que aquí nadie se entere nunca de lo que me pasó. Donde yo vivía todo el
mundo sabía y actuaban muy raro. Yo sentía deseos de llorar todo el tiempo. Ahora
cuando todo desaparezca, yo sólo quiero vivir una vida normal.»
NIÑA, 7o GRADO, RUMANIA:
«Podría aparecer un sentimiento de culpa. La víctima e incluso la gente a su alrededor
que no conocen la situación podrían pensar que el niño abusado es responsable del
abuso. Si las personas que están cercanas piensan así, poco a poco la víctima creerá lo
mismo.»
NIÑA, COLOMBIA:
«La terapia es buena porque nos permite desarrollarnos como personas. Nos ayuda a
respetarnos a nosotros mismos y a los otros. A trabajar con honestidad y a tener
autonomía. A expresar sentimientos.»
NIÑA, NEPAL:
«La situación sicológica de los niños que han sido víctimas de abuso sexual debe
valorarse con cuidado y se les debe brindar orientación sicológica para lidiar con la
situación. No se les debe aislar del resto de la sociedad ni humillárseles por haber sido
víctimas de abuso.»


Las buenas prácticas en lo que respecta a
brindarle un espacio a la niñez y escucharla


Bangladesh: Sanación y empoderamiento
En Bangladesh algunas iniciativas exitosas
sugieren que los proyectos y programas resultan
mejor diseñados, más sostenibles y eficaces,
cuando facilitan la interacción con la niñez y
escuchan su voz desde el inicio. Esto es aún más
significativo en el diseño de proyectos para niños
y niñas que han sido sexualmente abusados y
explotados, o que están expuestos a un riesgo
mayor de abuso sexual. Esto se debe a que las
voces de esos niños son casi siempre ignoradas, y
que su sanación y empoderamiento inicia con la
opción real de ser escuchados.
Karmojibi Kalyan Sangstha en Rajbari,
Bangladesh es una organización que en asociación
con Save the Children Australia, ha estado
manejando una escuela primaria fuera del burdel
de Daulotdia, para los hijos e hijas de trabajadores
del sexo, junto con otros niños y niñas de la
localidad. Al tener acceso a ese espacio fuera del
burdel, por primera vez las niñas se dieron cuenta
de que podría haber una opción de vida más allá
del burdel, que podían evitar los abusos rutinarios
y el destino eventual de convertirse en
trabajadoras del sexo. Esto condujo a que surgiera
la demanda por un refugio seguro, a la que las
organizaciones respondieron con rapidez.
Niños y niñas como gerentes de proyecto
INCIDIN, junto con Save the Children Suecia-
Dinamarca, estableció un refugio nocturno para
niños que permanecen en los alrededores de la
terminal de trenes y que son vulnerables al abuso
sexual, además de un centro de recepción para
niños y niñas en riesgo de ser explotados mientras
vivan en las calles. Ambos sitios se crearon tras
consultas con niños y niñas quienes dieron su
opinión sobre la estructura del centro, y quienes
desempeñan un papel directo en la gestión del
proyecto. Cuando a niñas y niños se les da un
papel directo en la gestión de un proyecto, se
fomenta la rendición de cuentas por parte del
personal hacia los niños y niñas, y a éstos les da
un enorme sentido de su propia estima, de
apropiación del proyecto y de su futuro. El
gobierno le ha dado seguimiento al proyecto
invitando al personal a capacitaciones sobre temas
relacionados con la niñez, y también creando
centros de desarrollo.
Gestión de caso
Las experiencias de Bangladesh revelan que la
niñez debe tener acceso a un entorno interactivo
confiable y empoderante antes de que se pueda
esperar escuchar las voces de sobrevivientes del
abuso sexual y la explotación. Consejeros con
conocimientos especializados en orientación
sicosocial y en comunicación, son cruciales para
brindar a niños y niñas ese tipo de entornos y para
ayudarles a desarrollar la fortaleza interna que les
permita lidiar con el trauma y el estrés. La
organización ASK cuenta con un programa de
diplomado dirigido a equipar a consejeros con los
conocimientos para el abordaje emocional de los
sobrevivientes y para trabajar en aras de un
cambio en el comportamiento de los violadores
Asimismo, ASK brinda orientación sobre las
habilidades para una comunicación efectiva entre
empleadores, progenitores y docentes.
Recientemente, con el apoyo de la OIT-IPEC,
INCIDIN Bangladesh, elaboró un manual sobre
gestión de casos. Este es otro paso hacia adelante
en el planteamiento de los requerimientos
específicos que tiene cada niño o niña, en lugar de
agruparlos bajo una misma perspectiva. La
gestión de casos asegura la participación del niño
o niña en todo el proceso de recuperación y de
reintegración social, ya que cada opción se evalúa
junto con el niño o niña.


Nepal: Diálogo entre adultos, niños y niñas
En Nepal, Save the Children y sus socios han
abierto un diálogo entre tutores, docentes,
representantes electos, empleadores,
representantes de organizaciones gubernamentales
y no gubernamentales y niños y niñas en edad
escolar, en torno a cómo prevenir el abuso sexual
infantil y sobre la mejor manera de apoyar a la
niñez para que revele el abuso, expresando sus
sentimientos, temores y problemas, además de
discutir la discriminación que enfrentan las niñas.
Niñas y niños han formado clubes infantiles,
donde tienen actividades extracurriculares que les
ayudan a fortalecer la confianza en sí mismos y a
realizar su potencial. Uno de los resultados ha
sido que las niñas que solían ser calladas y
tímidas, han empezado a reaccionar contra el
acoso, tratando de manejarlo por sí solas o con el
apoyo del grupo. En las áreas rurales han logrado
convencer a muchas familias para que desistan de
la idea de un matrimonio precoz para sus hijas.
Una columna en uno de los diarios nacionales se
ha dedicado al tema del abuso sexual infantil y
cada vez se reciben más cartas de tutores y de
niños y niñas abordando los problemas del abuso
sexual infantil y buscando orientación al respecto.
Un entorno seguro para las niñas
En Nepal, los niños y las niñas han identificado
los lugares peligrosos y han buscado el apoyo
emocional y la protección de sus mayores a fin de
crear vecindarios y escuelas sin riesgos. Fue así
como en las áreas del proyecto o en las escuelas,
se formaron grupos de apoyo conformados por
tutores, docentes, funcionarios locales electos y
representantes de organizaciones gubernamentales
y no gubernamentales. Este proyecto fue
concebido por 21 niñas provenientes de varios
grupos étnicos y localidades en Surkhet, en el
occidente de Nepal, quienes conformaron un
grupo núcleo. Posteriormente, con la participación
de niños y niñas, el proyecto se puso en práctica
en las escuelas en otros distritos. Las niñas se
dieron cuenta de la necesidad de incluir a los
niños para poder cambiar la actitud y el
comportamiento de éstos hacia aquellas. A niños
y niñas se les brindó capacitación en facilitación,
comunicación y liderazgo. La capacitación
también incluyó debates sobre la discriminación y
otros problemas que enfrentan las niñas en la
sociedad, prácticas nocivas contra las niñas como
son los matrimonios precoces y arreglados, etc.
En el proyecto, son los niños y las niñas quienes
toman las decisiones, mientras que los adultos
brindan apoyo y ayuda cuando es necesario, como
por ejemplo, para tratar con las autoridades y para
acompañarlos a diferentes lugares durante los
programas de interacción. En su grupo, los niños
y las niñas han establecidos normas y reglamentos
para el comportamiento grupal, que incluye el
respeto por la confidencialidad.
En un intento por cambiar la actitud y el
comportamiento de la comunidad, los niños y las
niñas sostuvieron sesiones interactivas con los
actores comunitarios —principalmente tutores,
docentes, clubes infantiles, grupos de mujeres,
representantes electos y personas influyentes;
también montaron obras de teatro callejero,
hicieron periódicos murales, publicaciones,
realizaron concursos de oratoria y de preguntas y
respuestas, y presentaron documentales y videos
sobre las repercusiones que tienen en las niñas las
actitudes negativas. En el proceso, los niños y las
niñas negociaron con diferentes actores al
pronunciarse contra el acoso y el abuso. Incluso
hasta solicitaron a las autoridades locales que
vigilaran las áreas peligrosas. Las niñas se han
vuelto osadas en su reacción inmediata contra el
acoso verbal y no verbal por parte de los niños y
también los denuncian al personal docente
quienes proceden a orientan a los niños para que
desistan de ese comportamiento. En las escuelas
se han colocado buzones para que el estudiantado
reporte casos de abuso. En muchas escuelas han
logrado construir servicios higiénicos separados
para las niñas y han limpiado el lenguaje obsceno
que estaba escrito en las paredes de los servicios
higiénicos. En Kaski, cuando un conductor de
autobús le arrojó agua a unas niñas que
caminaban por la calle, el grupo de niñas puso una
queja a la gerencia del comité de propietarios de
autobuses. Asimismo, en los dos últimos años, en
ocasión de la iniciación de la red de niños y niñas
Tanahu, en tres salas de cine de la ciudad se ha
pasado un documental corto con un mensaje
contra el acoso.
Mediante la participación en las actividades del
proyecto, las niñas logran fortalecer la confianza
en sí mismas y adquieren la habilidad de hablar y
de oponerse al acoso y la discriminación. Como
resultado, han sentido el cambio en las actitudes y
comportamiento de la comunidad local hacia
ellas. Las niñas tienen mayor confianza en sí
mismas y cuentan con el apoyo de tutores y de las
comunidades locales, quienes antes se mostraban
escépticos sobre su capacidad y estaban renuentes
a dejarlas participar hasta en las reuniones
semanales. Hasta el personal docente manifestó su
sorpresa ante la capacidad de las niñas para
expresarse, ya que antes eran tímidas y
permanecían calladas incluso hasta cuando las
acosaban. Las niñas también han logrado que se
prohíban varios matrimonios precoces en la
comunidad. En las áreas rurales donde prevalecen
los matrimonios precoces, se espera que las
acciones tomadas por las niñas hagan que los
tutores lo piensen dos veces antes de obligar a sus
hijas a contraer matrimonio a una edad temprana.
El grupo de niñas también se ha desempeñado
como grupo orientador de congéneres, al brindar
apoyo a sobrevivientes del abuso y del acoso.
Muchos niños hablan sobre las prácticas
discriminatorias que sus hermanas deben
enfrentar en el hogar y hablan con sus
progenitores en contra de tales acciones. Un niño
de 12 años comentó sobre el cambio que él había
experimentado tras unirse al club infantil: «Yo
solía pensar que los niños tienen el derecho de
molestar y acosar a las niñas y para nosotros era
una forma de entretención. Nunca podíamos
imaginarnos siquiera lo doloroso que debe haber
sido para las niñas. Pero tras vincularme al ‘grupo
para un entorno confiable para las niñas’ me di
cuenta que había estado lastimando y torturando a
las niñas y me avergüenzo de mi comportamiento
anterior. Ahora ya no acoso ni molesto a las niñas
y si veo a otros niños haciéndolo, protesto de
inmediato.»
Con sus tutores, y en particular con sus madres y
hermanas, las niñas y los niños comparten lo que
han aprendido sobre discriminación y así reducen
la discriminación entre hijos e hijas en el hogar.
Estos son buenos indicios de cambio en la
sociedad, especialmente entre jóvenes varones.
Anteriormente, los niños y las niñas, y estas
últimas en particular, rara vez compartían sus
problemas con sus progenitores o hacían algo sin
el consentimiento de éstos. Ahora tratan de
convencerles sobre su trabajo y sobre la necesidad
de que les permitan moverse con libertad. Hasta
los adultos en la comunidad han empezado a
acudir al grupo de niñas para que los orienten en
casos de acoso o de abuso en la comunidad. Save
the Children Reino Unido y Noruega apoyan este
proyecto desde que inició.
Se organizan los sobrevivientes de la trata de
personas
En 1996 un grupo de muchachas que habían sido
rescatadas de centros de prostitución en la India
decidieron fundar su propia organización llamada
Shakti Samuha, como la primera organización de
Asia del Sur para sobrevivientes. Esta decisión
fue el resultado de sus propias experiencias al
enfrentar el estigma de las personas que trabajan
en rescate y recuperación. Posteriormente
solicitaron el apoyo de Save the Children Noruega
y de otros para realizar más actividades. El
principal objetivo era acoger a sobrevivientes de
la trata de personas con respeto y empoderarles
desde una perspectiva de derechos. Esta
perspectiva no contempla la rehabilitación como
un beneficio social sino como un derecho de los
sobrevivientes y los servicios se crean en
respuesta a las necesidades y deseos de los
sobrevivientes que son miembros de la
organización y del personal de la misma. A los
sobrevivientes se les brinda apoyo moral y
económico y se les imparten cursos de
capacitación en diferentes habilidades.
Las niñas disfrutan de un entorno donde se les
brinda apoyo y donde pueden compartir sus
problemas y obtener ayuda inmediata. Esto ha
contribuido a su sanación y les ha brindado la
oportunidad de vivir en dignidad al tener un
ingreso. Las niñas y las jóvenes que trabajan con
la organización han ampliado su trabajo hacia las
niñas y las mujeres que viven en áreas
marginadas, que trabajan en fábricas de alfombras
y que estudian en las escuelas públicas, para
darles información y ayudarles a que eviten caer
en la trata de personas. A los miembros de Shakti
Samuha se les escucha y se les cree porque hablan
con la autoridad de haber vivido la experiencia de
la trata de personas. Como resultado de la
información que se les ha brindado sobre la trata
de personas, las niñas que viven en áreas
marginadas han incluso empezado a estar atentas
a las personas que llegan a la comunidad por
primera vez. Unos de los retos que enfrentan los
sobrevivientes, es la dificultad de revelar su
identidad al público en la comunidad donde
trabajan. Sin embargo, el empoderamiento
económico y social de los sobrevivientes como
resultado del conocimiento, la información y el
empleo ha fortalecido su confianza en sí mismos
ayudándoles a hacerle frente a la comunidad y
resultando en un cambio de actitud hacia los
sobrevivientes.


Brasil: Los niños y niñas definen las buenas
prácticas
Los niños y las niñas que han sufrido abuso
consideran que es una buena práctica buscar y
pedir ayuda. No deben permitir que la impotencia
o las amenazas que reciben de los abusadores les
intimiden. No tener miedo es pues una buena
práctica. Según ellos es importante confiar en la
madre y tener una buena comunicación con ella, y
reportar el abuso a las organizaciones, al
procurador y a las autoridades encargadas de
proteger a la niñez. Consideran que es importante
ser honesto y no involucrarse con drogas ni
delincuencia, ni hacerle a los demás lo que no
desearían para sí mismos. Consideran que la
religión y la presencia de Dios en sus vidas
constituyen un gran apoyo. En ciertos casos, el
amor y el afecto que reciben de otras personas es
lo que les da apoyo y algunos mencionaron a sus
madres y padres. Otros mencionaron su relación
con amistades y parientes cercanos. En general, lo
que los hace sentir más fuertes es la alegría, los
pensamientos y el corazón (amor). Lo que les
brinda fortaleza y les permite tener resiliencia a
pesar de sus experiencias, son su capacidad de
sentir afecto, la bondad de sus corazones, la
sociabilidad y la alegría. Los niños y las niñas
también se refirieron a las cualidades físicas como
factores que contribuyen a la resiliencia.
La confianza es un tema delicado ya que niños y
niñas saben que la confianza es un requisito
previo para tener apoyo, pero no saben
exactamente cómo lograrla. Los niños y niñas
pequeños sienten que es importante estar atentos y
alertas y «mirar hacia ambos lados». Los niños y
niñas de más edad sienten que no pueden confiar
plenamente en la gente y les es más difícil
recuperarse que a los más pequeños. El impacto
del abuso en sus vidas es tan grande que les es
difícil recuperar el afecto y consideran que deben
trabajar esto e ir poco a poco conociendo a las
personas.


Colombia: En busca de apoyo
Los niños y las niñas que se entrevistaron para
este estudio consideran que actuar para prevenir el
abuso o para escapar de la situación de abuso es
una buena práctica. Dicen que hay que gritar y
contarle a la madre, a la policía y a las agencias
encargadas de hacer cumplir la ley. Estos niños y
niñas reconocen el papel del gobierno en lo que
respecta a la protección jurídica, terapéutica y de
otra índole, y a la ayuda para la recuperación. En
particular, destacan la familia como una fuente de
seguridad pero también a los profesionales y
terapeutas. Los niños y niñas se sienten seguros
con el personal médico y de sicología. A las
amistades y congéneres también les identifican
como posibles fuentes de apoyo.
ECPAT: Trabajo en la red global
Existen muchos grupos y redes encabezados por
niños y niñas o en los que ellos son los principales
actores. Estas iniciativas han contribuido a que los
niños y las niñas se organicen para expresar sus
opiniones y han ayudado a prevenir la explotación
sexual infantil. Una de esas redes internacionales
es la participación juvenil en la red mundial
ECPAT, con sede en Bangkok, donde niños y
niñas inician actividades a nivel nacional, regional
y global. Se han centrado en campañas de
prevención, han participado en proyectos y
cabildeado a sus gobiernos. Desde 1996, ECPAT
ha promovido y apoyado con éxito la
participación de los jóvenes en su trabajo, y el
movimiento ha designado un asesor para que
apoye ese campo dentro de la secretaría. Los
jóvenes también tienen un representante en el
directorio internacional.


Recomendaciones:


􀂃 Incluir la participación de niñas y niños en investigación y en la planificación, desarrollo,
realización y seguimiento de políticas y programas. Es importante que niños y niñas
participen en las decisiones importantes que afectan a los habitantes de una comunidad,
ciudad o país
􀂃 Incluir la participación de la niñez en programas e iniciativas dirigidas a mejorar las vidas
de los niños —por ejemplo la lucha contra el abuso sexual y la explotación.
􀂃 Asegurar que haya servicios que brinden atención inmediata a los niños y niñas abusados
sexualmente, así como seguimiento por parte de un personal especialmente capacitado.
􀂃 Fortalecer la resiliencia e integridad de niños y niñas mediante medidas adaptadas para ellos
que se introduzcan en el hogar, las escuelas y la comunidad.
􀂃 Facilitar oportunidades para que niños y niñas se organicen y expresen sus opiniones en
todos los ámbitos.
􀂃 Brindar a niños y niñas capacitación, tanto en las escuelas como en las comunidades, en
habilidades para la vida, derechos de la niñez, equidad de género y manejo de conflictos.
􀂃 Alentar a los adultos a que equipen a los niños y las niñas con el conocimiento y las
habilidades necesarias para que se organicen, para que tengan acceso a información y
recursos, y para entender las estructuras políticas, económicas y socioculturales.
􀂃 Asegurar una asociación entre adultos, niños y niñas para que la participación de la niñez
vaya más allá de la dimensión de la consulta ocasional o de su participación en ciertos
aspectos de los programas, e ingrese al ámbito de un proceso transformador que determine
tanto el proceso como el resultado.



Talleres de Desarrollo Personal en Bella Vista



La madurez no es un proceso automático, requiere una tarea conciente de cultivo propio. Estos talleres contienen herramientas probadas que facilitan este camino.


Silvia y Gustavo López Espinosa proponen las siguientes actividades a partir del mes de agosto:



AUTOESTIMA 6 reuniones de 15 a 17:30 horas los días lunes. Inicio 23 de agosto

ADMINISTRACIÓN DEL TIEMPO 5 desayunos de trabajo de 8:30 a 10:00 horas los días martes . Inicio 7 de septiembre

PERDÓN Y RECONCILIACIÓN 6 reuniones de 20:30 a 23:00 horas los días martes. Inicio 31 de agosto


El martes 3 de agosto a las 20:30 y hasta las 21:30 horas ofreceremos una reunión informativa en la que explicaremos los objetivos, el enfoque y las condiciones de cada taller. La participación en esta reunión no implica compromiso posterior de asistencia a alguno de los talleres.


Los interesados pueden escribir a glopezespinosa@gmail.com
y a silvialopezespinosa@gmail.com



Antecedentes de los facilitadores

Silvia Crook de López Espinosa. Licenciada en Psicología de la UBA, con mas de 20 años de experiencia clínica individual y familiar. Fue Coordinadora del Servicio de Salud Mental de Cáritas. Actualmente supervisa equipos profesionales orientados a atención de población en riesgo. Es animadora y representante en la Argentina de LECI, organización internacional dedicada a la psicoeducación mediante talleres de comunicación y desarrollo personal. Participa de PIAFF, equipo profesional interdisciplinario dedicado a la investigación y atención de familias.

Gustavo López Espinosa. Licenciado en Ciencias de la Educación de la UBA con formación de posgrado en Psicología Cognitiva. Con mas de 20 años de experiencia dictando seminarios de comportamiento organizacional en empresas argentinas y en el exterior, es titular de López Espinosa & Asociados (http://www.lopezespinosa.com.ar/) consultora dedicada al desarrollo organizacional mediante la educación de personas. Es animador y representante en la Argentina de LECI, organización internacional dedicada a la psicoeducación mediante talleres de comunicación y desarrollo personal.

martes, 13 de julio de 2010

El cadáver de la novia por Flor Monfort



Lo envía Hilda Radizzani

Publicado en Página 12 el sábado 10/7/2010

La muerte de una joven estudiante de periodismo de 19 años y las sospechas fundadas de que el culpable sería su ex novio –a quien la víctima ya había denunciado por lesiones– puso en evidencia, otra vez, por qué la violencia de género es una pandemia que no se detiene frente a nuevas generaciones que parecen tener roles de género más flexibles pero están tan atravesadas por el patriarcado como las mayores. Al contrario, la violencia machista dentro de relaciones de noviazgo parece invisible por la falta de políticas y campañas públicas, por el vacío legal y la dificultad en el abordaje.

Por Flor Monfort

Marianela Rago murió asfixiada, golpeada y prácticamente decapitada por el corte que sufrió en la garganta con una cuchilla de su propia cocina. Tenía rastros de haberse defendido, los brazos cortados, la ropa rota y en la casa faltaban algunas pocas cosas.


Vivía en un departamento de dos ambientes con su hermano Matías. Oriundos de Tierra del Fuego, hacían vida de jóvenes estudiantes en la Capital: salían, conocían gente, tenían grupos de estudio y todas las semanas se reunían con su grupo de Río Grande, la ciudad donde crecieron.
Durante el último año de secundaria, Marianela estuvo de novia con Francisco Amador. El era su preceptor en el colegio Cierg. Pero cuando terminó la escuela ella y su hermano vinieron a Buenos Aires como muchos de sus amigos. Francisco también: trabajaba en una empresa de sistemas en San Isidro. Según amigos de Marianela, él vino sólo para controlarla a ella, quien lo denunció en los primeros meses de noviazgo por lesiones. Esa causa fue archivada y nadie, excepto una de sus mejores amigas, dijo conocer este dato.


Cuando Marianela apareció muerta, la relación había terminado casi 10 meses atrás. De hecho, sus compañeros en la escuela de periodismo ETER ni siquiera sabían de esta relación. Sólo dos de sus más antiguas amigas estaban al tanto de que él la había amenazado, la perseguía y hostigaba y la había golpeado. Las marcas de esos golpes se hicieron visibles el año pasado. Maquilló la causa de esas heridas con un argumento común: se había caído en el baño. El guión de la violencia de género se cumplía letra a letra. El ex novio, como tantos hombres violentos, desplegó toda su artillería en privado, generando un uno a una difícil de descifrar por el entorno y convenciendo al resto de que es un ser sociable y, muchas veces, encantador.


Si la violencia puertas adentro es difícil de detectar, un noviazgo violento tiene todos los ingredientes para volverse invisible: la falta de experiencia, la vergüenza de contar, la ausencia total de una red familiar, en este caso agudizada por la distancia pero casi siempre porque la sociabilidad de la juventud impone una lejanía, y el estereotipo que maneja en su cabeza una chica que apenas está saliendo de la adolescencia. “Un noviazgo violento es aquel en donde el hombre ejerce el control, vigila a la mujer, la amenaza y a la vez la convence de que él la va a cuidar como nadie y la va a amar para siempre. Y nadie tiene los ojos puestos en esas relaciones, porque los chicos están en esa etapa donde los ámbitos son sólo suyos. Vivimos en una cultura de apropiación machista basada en el miedo, la amenaza, la justificación y la culpa. Y el baluarte es el amor romántico, un verdadero cáncer que ataca a las chicas desde la primera infancia y atraviesa cualquier clase social”, opina Raquel Disenfeld, coordinadora de la organización Mujeres Libres y ex coordinadora de los talleres de noviazgos violentos de Mujeres al Oeste.


Cuando el femicidio de Marianela saltó a los medios de comunicación y todas las dudas recayeron en su ex novio Francisco, enseguida se supo que la familia de él era conocida en Tierra del Fuego por un caso que condenó a Amador padre en 1989. El hombre había matado a golpes a su otro hijo, a los 20 días de nacer. En el juicio alegó que el chico tenía una enfermedad llamada púrpura y que de ahí provenían sus fracturas y hemorragias internas. También trascendió que años antes, en un camping, Sergio Amador ató a Francisco durante todo el día a un árbol porque era muy inquieto. Por alguna razón, el hombre no soportaba la alteridad de sus chicos: seres independientes que actúan según sus propios deseos y pulsiones, no dejaban de jorobar cuando él quería. Su pena no terminó, aunque goza de salidas transitorias por buena conducta.
Si bien en la indagatoria se declaró inocente, Amador, de 23 años, no pudo explicar por qué tenía en su casa las cosas que faltaban en la de Marianela, ropa llena de sangre y una cuchilla similar a la que fue usada en el crimen. Hoy, el joven está preso en Marcos Paz.


A horas de conocerse los resultados de los análisis de ADN que determinarán si efectivamente la sangre hallada en la ropa de Francisco era de Marianela, la transmisión intergeneracional de la violencia es otra punta del ovillo para considerar la prevención de estos casos. “La transmisión intergeneracional está demostrada. Los niños y niñas que están sometidxs a la violencia entre sus padres o hacia ellxs tienen más probabilidades de repetirla. Trabajo con hombres violentos hace más de 20 años, y tengo una investigación que demuestra que entre el 50 y el 60 por ciento de quienes habían sido maltratados, replican ese modelo en sus parejas. Lo curioso es que el hombre que concurre a una institución porque quiere modificar su actitud violenta, a la pregunta sobre si fue maltratado en su infancia responde que no o justifica a sus padres. La mayoría los tiene idealizados, porque no los pueden desligar de ellos mismos”, explica Mario Payarola, psicólogo especialista en violencia familiar. De manera que la amalgama que se produce con el modelo de padre o madre se replica sobre quien cuenta con su misma intensidad e incondicionalidad aparente: la pareja. Y cuando un chico que transita sus primeras relaciones amorosas lo hace con condimentos conocidos en la familia, nadie se inquieta.


La transmisión intergeneracional no se da únicamente en el caso del hombre. Patricia Bravo, psicóloga que coordina uno de los programas de noviazgos violentos dependiente del Ministerio de Desarrollo Social advierte que “en la mayoría de los casos, una adolescente que sostiene a un novio violento tiene una madre que sostuvo a otro varón, probablemente a su padre. Es decir que se reproduce un modelo. Las madres que vienen a consultar al programa preocupadas por sus hijas no son conscientes de sus propios vínculos de pareja y han naturalizado situaciones propias que les hacen ruido cuando las ven afuera”. Muchas veces, son las madres y no las propias adolescentes las que hacen la consulta, lo que puede dejar en el aire la iniciativa de trabajar el vínculo. En el caso de Amador, su madre está bajo tratamiento psiquiátrico desde hace años, dejó su trabajo como docente y difícilmente haya podido borrar las heridas del propio maltrato sufrido como para trabajar sobre el bienestar de su hijo.


“Nuestra cultura es machista, dice que el hombre es libre y fuerte, que tiene que ser exitoso y poseer. La mujer cae en esa volteada y pasa a pertenecerle, a ser parte de su cúmulo de objetos. Y el terrorismo sexual es un delito que la gente considera de índole privada, por eso cuando a Lucila Yaconis la estaban violando, el asesino le dijo a alguien que pidió explicaciones por los gritos ‘es mi novia’ y nadie hizo nada”, agrega Disenfeld. Esa lógica de poder que parece jerarquizar a los varones y dejar en falso a las mujeres es una trampa del sistema. Porque no brinda un espacio al fracaso, a los malos entendidos, a las experiencias frustradas, a caerse y volver a empezar, a tolerar el dolor de una pérdida y recuperarse: cuando un hombre no tiene un espacio simbólico donde ser débil, la omnipotencia puede terminar en muerte. Por eso, ante la frustración del no poder se pega, se rompe, se arruina. Son subtextos de conductas que es necesario analizar aunque no impliquen ninguna justificación de la violencia.


Fabián Tablado, el protagonista de uno de los casos más conocidos de noviazgos violentos, que terminó con la muerte de Carolina Aló por 113 puñaladas, no podía soportar, entre otras cosas, que ella no quisiera darle un hijo. En las cartas sumariadas en la causa consta que Tablado le pedía “un fruto” concreto y real del amor que se tenían, y juraba que eso iba a terminar con sus celos y necesidad de control: “Si me das un hijo voy a confiar en vos”. Ante la negativa de ella, frente a la imposibilidad de tramitar ese rechazo, Tablado la apuñaló hasta matarla. En este sentido, el caso Aló-Tablado es paradigmático: el tipo que se queda en la puerta de las reuniones a las que va su novia, las marcas en el cuerpo, las cartas con promesas hasta la tumba y los llamados permanentes. Y familias a la que les cuesta visibilizar la amenaza que representa una relación con estas características en el comienzo de la adolescencia. El padre de Aló siempre dijo a los medios que le inquietaba la manera en que Tablado trataba a su hija, pero que jamás pensó que iba a terminar así. De manera que las grietas están aun cuando el peligro se advierte y es ahí donde las políticas públicas tienen que intervenir con luces de alarma. Tal vez si Edgardo Aló hubiera sabido a dónde acudir, si hubiera tenido esa información tan al alcance de la mano como se tiene el número de los bomberos en la heladera, la intervención institucional habría frenado el avance del agresor.


El próximo 13 de julio, el observatorio de femicidios Adriana Marisel Zambrano presentará el informe estadístico del primer semestre en la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Si bien no se podrán conocer las cifras hasta ese día, Ada Beatriz Rico, directora general del observatorio, adelanta que, respecto del mismo semestre del año pasado, la cantidad de femicidios aumentó un 30 por ciento. “Hay más difusión de los alcances de la violencia de género, pero también es cierto que hay más casos de violencia. En la medida en que las mujeres empiezan a tomar conciencia de este tema, el recrudecimiento hacia ellas es mayor con el objetivo de disciplinarlas. La realidad es que a partir de los medios de comunicación se exacerba la cosificación. Si desde algo tan simple y accesible a todos y todas como el programa de Tinelli la mujer es puesta en el lugar de objeto, se puede inferir que la habilitación de la violencia está y entra por todos lados”, resume Rico.


Una mujer que dice no a una relación que empieza a tornarse agresiva, con celos exacerbados y necesidad de control permanente, está expuesta muchas veces de igual manera que la que se queda soportando estoicamente. “No hay que subestimar las amenazas. Si la mujer no tiene respaldo, si no cuenta con una red de protección, puede quedar entrampada. Hay síntomas de vulnerabilidad pero en definitiva, cualquier mujer puede ser víctima de ellos”, describe Payarona. En el caso de Marianela, muy pocos conocían la trama de la relación. Una compañera suya del Instituto ETER, donde ambas estudiaban periodismo, contó que alguna vez apareció con la frente golpeada pero dijo que se había caído en el baño. “Si yo hubiera sabido que este chico le pegaba, la hubiera ayudado, me hubiera interiorizado de otra manera”, dijo a Las12.


Por más de una razón, los noviazgos son zonas de conflicto aún más brumosas que las parejas unidas legalmente. Si a Amador lo sentencian, no podrá aplicarse el agravante vincular, por eso desde varios colectivos feministas se está trabajando por la figura legal de femicidio, para que desde el marco jurídico haya una figura penal autónoma que marque la reprobación de una conducta, más allá de los papeles. En Guatemala está incorporada y en México se está debatiendo, los dos países de América latina que tienen índices más altos de femicidios.
Por nombrar un caso concreto, Adriana Marisel Zambrano fue asesinada a golpes delante de su beba por su cónyuge y padre de su hija; sin embargo, a la hora de condenar al agresor, como la pareja no estaba casada legalmente, se le aplicó la figura de homicidio preterintencional y se le dieron 5 años de cárcel. La figura preterintencional implica que no hubo deseos de matar y habilitó al agresor a pelear por la tenencia de su hija para cuando salga de la cárcel. Muy lejos de hacer futurología, queda bastante claro que hay una tragedia anunciada en esa probable convivencia futura. Al menos, una desprotección total de las dos víctimas del caso: la mujer-madre y la niña-hija.


A pesar de este panorama, hay programas de noviazgos violentos en marcha. Algunos impulsados por la Dirección de la Mujer, que funcionan en tres centros de la Capital Federal, otro dependiente del Municipio de Morón y en algunas provincias como Tucumán. Se propone un día semanal de encuentro y un marco de contención individual si es necesario. La idea es abrir un espacio donde las chicas hablen de sus relaciones, las comparen con otros casos y sepan los finales posibles, asuman un nuevo rol en sus parejas y puedan salir de situaciones asfixiantes. Pero aparecen varias dificultades. En primer lugar, si se trata de una imposición familiar fracasa, porque las chicas abandonan a las semanas de empezar y muchas veces intensifican el vínculo como respuesta al castigo que implica verse obligadas a asistir a un grupo. Según datos aportados por Guadalupe Tagliaferri, directora general de Mujer del Gobierno de la Ciudad, el 47 por ciento de las que se acercan a consultar son las madres. Si bien es mejor que alguien intervenga a que nadie lo haga, muchas veces es contraproducente la iniciativa. “Si la relación cuenta con el ingrediente de la prohibición, se genera un Romeo y Julieta muy complicado de desarmar. Por eso es importante que los padres aflojen con el tema de la prohibición, porque es probable que eso los una, que se escapen juntos o que terminen haciendo un acting de una situación que no hubiera llegado a ocurrir”, explica Bravo.


Para Laura Larrañaga, directora del área de Políticas de Género de la Municipalidad de Morón, que posee un centro de atención llamado Vivir sin Violencia, donde se hacen talleres de noviazgos violentos, “Trabajamos desde 2005 y poco a poco nos empezaron a llegar casos de chicas muy jóvenes. Al principio las incluimos en los grupos de adultas, pero no daba resultado porque ellas asumían un rol maternal con las más chicas y nadie salía beneficiada. Hoy trabajamos en grupos separados cada temática y nos especializamos en el tema: es muy difícil trabajar con adolescentes, muchas veces sus relaciones son un ida y vuelta de control exacerbado y agresión mutua. Solo que después son ellas las que quedan entrampadas en esa violencia, que empieza chiquita y después sabemos dónde termina. Las chicas piensan que el control es amor y les cuesta visualizarse como mujeres libres. Ese es el paradigma que nosotros tratamos de tirar abajo, porque ahí nace todo. No nos interesa la revinculación: trabajamos para que las mujeres se separen”, explica y aclara que casos como el de Marianela se pueden prevenir, pero son muchos los ojos que tienen que posarse sobre los y las jóvenes para atender a estas cuestiones, no sólo la familia, también la escuela, los amigos, un médico/a o psicopedagogo/a. Y más arriba, las comisarías, fiscalías y juzgados.


Otro punto que vulnera la efectividad de los programas de noviazgos violentos es que hay que ir a buscarlos: salvo algunas excepciones, no están en la escuela, no se promocionan en la calle ni se mencionan en la tele. Los y las especialistas que trabajaron en escuelas coinciden en que ése es el punto neurálgico donde empezar a derribar mitos y a echar luz sobre los modos de relacionarse, el respeto a la autonomía y las cuestiones de género.


Liliana Morales, miembro de la organización Mujeres al Oeste, cuenta que tuvieron un programa de noviazgos violentos para chicos del tercer ciclo durante tres años pero que ahora, por falta de recursos para seguir, solo trabajan a demanda específica. “Para los chicos, está naturalizado que la seducción y la conquista son tareas del hombre y que la mujer, luego de seducida, pasa a ser su pertenencia. Lo que se espera de ellas es que sean sumisas, que el varón las encare y si no es así, se convierten en putas. En la sexualidad el uso de preservativo también está invisibilizado. En la ley provincial, se cuenta la violencia de género desde el noviazgo pero en la práctica la ley no se cumple. Por eso la tarea hoy es visibilizar la cuestión”, explica.


Visibilizar, prevenir y responder con leyes que amparen a las víctimas parece ser la respuesta necesaria de una sociedad atravesada en todas sus capas por una lógica de poder masculina. Que las mujeres hayan accedido a puestos que antes les estaban vedados es un avance, los roles de género pueden ser más flexibles ahora pero sin embargo todavía se arrastran como lastres el mito del amor romántico, la falta de educación sexual desde el inicio de la escolaridad, la utilización de los cuerpos femeninos como mercancías, la demonización de la perspectiva de género por parte de los fundamentalismos religiosos y un lamentable y largo etcétera que hace que el futuro se presente teñido de asesinatos como el de Marianela Rago.



PROGRAMAS DE NOVIAZGOS VIOLENTOS

Línea Te ayudo: 0800-666-8537

Funciona de lunes a viernes de 6 a 24. Sábados, domingos y feriados de 8 a 24.

Hay tres sedes de atención en Capital Federal:

Piedras 1281. Tel.: 4307-8161

Francisco Beiró 5229. Tel.: 4568-5142

Escalada 4557. Tel.: 156-915-6622.

Dirección de políticas de género de la Municipalidad de Morón

Línea gratuita: 0800-345-68537

Mendoza 289, esquina Alem, Morón.

Mujeres al oeste: Ofrecen talleres, asesoramiento y encuentros:4489-3330


Mujeres libres: Talleres liberatorios de mujeres: 155-343-9143.

Otros: Centro de Asistencia Integral para la Mujer Víctima de Violencia Doméstica de Tucumán Don Bosco 1886, Tel.: 4514912.


sábado, 10 de julio de 2010

La cultura de un país no es copia de su política por Umberto Eco




Fuente: Clarin.com 7/7/10

Existen injustos boicots a intelectuales judíos, a quienes se cree réplicas del gobierno de Israel, aunque no lo sean. Hay que deslindar opiniones y responsabilidades de unos y otros.


En enero de 2003 escribí un artículo lamentando el hecho de que The Translator , una revista académica británica, se hubiera unido a otras publicaciones del Reino Unido en el boicot académico de las universidades israelíes, en protesta por las políticas del primer ministro israelí Ariel Sharon.
Mona Baker, editora de The Translator , había sido una firmante de la carta abierta anunciando el boicot; poco después, ella invitó a dos académicos israelíes del consejo editorial a que presentaran su renuncia. Los intelectuales en cuestión, la doctora Miriam Shlesinger y el doctor Gideon Toury, estaban en contra de las políticas de Sharon, pero esto no hizo diferencia alguna para Baker . En mi crítica, observé dos cosas. Una, que es necesario hacer una distinción entre las políticas gubernamentales de un país (o incluso su Constitución) y el fermento cultural que está actuando dentro de él . Segundo, señalé implícitamente que hacer responsables a todos los ciudadanos de un país por las políticas de su gobierno era una forma de racismo . No hay diferencia entre aquellos que manchan así a todos los israelíes y quienes mantienen que, dado que algunos palestinos cometen actos de terrorismo, deberíamos bombardear a todos los palestinos.
Recientemente, en Turín, apareció una carta abierta bajo el patrocinio de la rama italiana de la Campaña para el Boicot Académico y Cultural de Israel, una red de académicos y organizaciones que trabajan para obligar a un cambio de las políticas israelíes mediante el boicot de las instituciones israelíes . Este documento, orientado a censurar al gobierno de Israel por sus políticas , incluye esta declaración: “las universidades y académicos israelíes han apoyado totalmente y apoyan a su gobierno y, como tal, son cómplices de sus políticas . Las universidades israelíes también son los lugares donde parte de los proyectos de investigación más importantes se llevan a cabo sobre armas nuevas basadas en nanotecnología y sistemas tecnológicos y sicológicos para controlar y oprimir a la población civil”.
En la carta, una especie de manifiesto, estos académicos exhortan a la gente a abstenerse de tomar parte en cualquier forma de cooperación académica y cultural, incluyendo la colaboración con instituciones israelíes . También sugieren suspender todas las formas de financiamiento y subsidios . Si bien yo estoy en completo desacuerdo con las políticas del gobierno israelí, es una mentira declarar, como lo han hecho en su carta los boicoteadores italianos, que las universidades y académicos israelíes “casi totalmente” apoyan al gobierno de su país: muchos intelectuales israelíes siguen argumentando vigorosamente contra las políticas de su gobierno .
Por ejemplo, el Call for Reason judío europeo produjo recientemente un exhorto contra la expansión de los asentamientos israelíes, firmado por un gran número de intelectuales judíos europeos. Causó un revuelo, demostrando que el debate persiste tanto dentro como fuera de Israel.
Además, esto es ilógico.
¿Por qué debe ser tal boicot tan amplio? ¿Deberíamos boicotear a los filósofos chinos para que no asistan a las conferencias porque Pekín ha censurado a Google? Si los físicos en Teherán o Pyongyang estuvieran colaborando activamente en la fabricación de armas atómicas para sus países, entonces sería comprensible que sus iguales en Roma u Oxford prefirieran romper todas las relaciones institucionales con ellos. Pero no veo por qué desearían romper relaciones con académicos que trabajan en campos no relacionados: todos perderíamos el diálogo acerca de la historia del arte coreano o de la literatura persa antigua.
Mi amigo, el filósofo Gianni Vattino, está entre los partidarios del llamado más reciente para un boicot. Veamos hipotéticamente, por diversión, si él estaría de acuerdo: supongamos que en ciertos países extranjeros circulan rumores de que la administración italiana de Berlusconi está tratando de socavar el principio sagrado democrático de la separación de poderes al deslegitimizar el sistema judicial, y que lo está haciendo con el apoyo de un partido político racista y xenofóbico. ¿Le agradaría a Vattino, quien es un crítico del gobierno, que las universidades estadounidenses protestaran contra las políticas italianas no invitándolo a él a ser un profesor visitante, o que comités especiales adoptaran medidas para remover todas sus publicaciones de las bibliotecas de Estados Unidos ? Creo que denunciaría la injusticia y que sentiría que esas acciones eran equivalentes a culpar a todos los judíos de deicidio porque el Sanhedrin estaba de mal humor el Viernes Santo.
Nadie aceptaría que todos los rumanos son violadores, todos los curas pedófilos y todos los académicos de Heidegger, nazis.
Igualmente, ninguna postura política o polémica contra el gobierno debe condenar a toda una raza o cultura. Este principio es particularmente importante en el mundo literario, donde la solidaridad global entre académicos, artistas y escritores siempre ha sido una forma de defender los derechos humanos a través de todas las fronteras.
Copyright Umberto Eco y L’Espresso, 2010.